Mientras se debate la prohibición de los teléfonos celulares en las aulas de Ohio, Cincinnati Country Day ya experimenta los efectos de una política similar. Los estudiantes entregan sus teléfonos al inicio del día y los recuperan al final de las clases, una medida que los líderes escolares consideran beneficiosa para el aprendizaje.
Aunque inicialmente hubo escepticismo entre los estudiantes, algunos han cambiado de opinión después de un año de aplicación de la política. Descubrieron que estar sin sus dispositivos no solo eliminaba distracciones, sino que también les permitía interactuar más genuinamente con sus compañeros y profesores.
El director de la escuela, Rob Zimmerman, destaca la importancia de adaptar estas políticas a cada comunidad. A pesar de la prohibición, la escuela sigue siendo tecnológicamente avanzada, y Zimmerman enfatiza la necesidad de aceptar el cambio y ajustarse rápidamente para lograr una transición exitosa.