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Cultura

Pueblos indígenas y su contribución a las lenguas

por Hugo Marín (hugo.marin@lamegamedia.com)


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En 1713 se creó la Real Academia Española, una institución dedicada a la regularización y uniformidad lingüística para todo el mundo hispanohablante.  

Su primera tarea fue la de crear un diccionario completo que funcionaría como instrumento y que luego iría siendo actualizado conforme a la evolución de la lengua. Hoy éste sigue sirviendo como guía del buen uso del idioma.

A pesar de ser vastamente hablado en este lado del hemisferio, el español no es americano; todo lo contrario, es una lengua europea que proviene del latín. 

A través de la historia, la Real Academia Española ha sido duramente criticada por considerarse hispano-concéntrica, enfocándose mayormente en el idioma hablado en la península ibérica, por ende, no adoptando la evolución lingüística del español americano o la complejidad cultural y regional que este continente comprende. 

El fenómeno llevó a que países crearan sus propias academias del lenguaje. 

La primera, por ejemplo, fue en Colombia (Academia Colombiana de la Lengua), y luego se fundó una en México. 

Paraguay –por su parte– tiene una academia dedicada al idioma guaraní. 

La influencia indigenista es grande en el continente americano, pero existe un desconocimiento sobre cuales vocablos son de raíces indígenas. 

De hecho, una gran cantidad de dialectos indígenas están en peligro de extinción.

En mi natal Puerto Rico, al igual que en todo el Caribe, nuestro idioma está caracterizado por palabras de origen arahuaco. 

Común y erróneamente, vale la pena aclarar que las tribus encontradas por Colón y los primeros colonizadores de las Antillas no se llamaban taínos. 

La palabra significaba “amigo”, y fue el término con el que los aborígenes se dirigían a los colonizadores, aludiendo a un acercamiento pacífico. Al escuchar la palabra, los españoles decidieron referirse a estas personas bajo ese gentilicio. 

La primera palabra americana en ser utilizada en castellano, aceptada por la Real Academia y cuyo uso también se incorporó al inglés, fue “canoa” (canoe), nombrada por Cristóbal Colón en su diario tras encontrarlas en su primer viaje. 

La palabra caribe en sí es arahuaca, y en toda la región conocemos lo que es un cacique, bohío, guayaba y ají. 

Además de canoa, otras palabras del idioma inglés, cómo hurricane (huracán) y hammock (hamaca), son de origen arahuaco. 

Juracán era un dios para los habitantes de la zona. Lo identificaban como bueno y digno de veneración. 

No obstante, cuando Juracán no estaba en consenso con ellos, les castigaba desatando toda su furia, personificada en el fenómeno atmosférico que conocemos en tiempos modernos. 

“Hammock” de su lado procede de la palabra arahuaca “jamaca”, convertida en “hamaca” en español. 

El concepto ha evolucionado su confección, y hoy día versiones extravagantes de estas se venden por cientos de dólares y pueden ser encontradas hasta en tiendas por departamentos. 

Sin embargo, la palabra de origen arahuaco más popular en los Estados Unidos, y que muy pocos conocen este dato, es “barbecue”, o como se le abrevia BBQ (barbacoa). 

Esta era una práctica para cocinar que consistía en una hoguera de fuego en la tierra y no tenía nada que ver con salsas de cocinar o parrillas portátiles. 

Cuando se establece la Real Academia Española en el siglo 18, su lema fue “limpia, fija y da esplendor”. 

Las lenguas indígenas no solo ayudaron a definir las realidades encontradas por europeos en nuestro lado del hemisferio, sino que también han dado esplendor y diversidad, contribuyendo al desarrollo lingüístico español, inglés y de la humanidad en general. 



 

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