El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se enfrentó a duras críticas después de un deslucido primer debate en Atlanta, donde perdió claramente ante su rival, el exmandatario republicano Donald Trump. A sus 81 años, Biden mostró signos de fatiga y dificultades para expresarse, desatando especulaciones sobre su capacidad para continuar en el cargo.
Trump, a sus 78 años, sorprendió por su energía y contención, a pesar de repetir bulos y evadir preguntas incómodas. La imagen de Jill Biden ayudando a su esposo a bajar del escenario añadió preocupación sobre la salud del presidente, atribuida por su equipo a una gripe reciente.
Las reacciones no se hicieron esperar: aliados republicanos como Vivek Ramaswamy y Matt Gaetz cuestionaron abiertamente la idoneidad de Biden para seguir en la presidencia. Mientras tanto, figuras demócratas como Gavin Newsom negaron planes de reemplazo, aunque la incertidumbre persiste en el partido.
Este debate anticipado, crucial en las encuestas equilibradas, podría marcar un punto de inflexión antes de la convención nacional demócrata en agosto. Aunque formalmente hay tiempo para cambios, la posibilidad de un reemplazo presidencial sigue siendo inusual y sin precedentes en la historia política reciente de Estados Unidos.
