Legisladores republicanos quieren asegurarse de que las personas no se enfrenten a ninguna sanción si no se quieren vacunar.
La iniciativa de ley 248 de la Cámara de Representantes, presentada el 7 de abril de 2021, permitiría a los habitantes de Ohio rechazar la vacuna COVID-19, o cualquier otra, por razones religiosas, médicas o de inmunidad natural.
La ley estatal actualmente ya permite a estudiantes renunciar a las vacunas por razones religiosas o médicas.
La propuesta evitaría que a estas personas se les negara el servicio o se les obligara a seguir un requisito de llevar mascarillas u otras sanciones financieras o sociales por parte de las empresas, las escuelas o el gobierno.
La iniciativa de ley está respaldada por un grupo antivacunas y por 15 legisladores republicanos.
A lo largo de la pandemia y el despliegue del plan regional de inmunización, el gobernador Mike DeWine ha animado a los habitantes de Ohio a recibir las inyecciones contra el COVID-19, pero reiteró el lunes que no tienen planes para desarrollar un pasaporte de vacunas.
El gobierno federal tampoco está preparando uno, confirmó esta semana a periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Hasta el 6 de abril, más de 3.7 millones de habitantes de Ohio han recibido su primera dosis de COVID-19, lo que representa alrededor del 32.3% de la población estatal.
De ellos, 2.2 millones de habitantes de Ohio, o el 19%, se han vacunado completamente.