Tiflis, 9 nov (EFE).- El expresidente georgiano Mijaíl Saakashvili denunció hoy que fue golpeado en el hospital penitenciario al que fue traladado el lunes desde la cárcel en la que se hallaba en huelga de hambre desde hace más de un mes.
"El objetivo de mi traslado aquí es liquidarme físicamente por encargo de (el presidente ruso, Vladímir) Putin", escribió Saakashvili en una carta difundida por sus abogados.
Subrayó que fue llevado engañado al hospital penitenciario, ya que antes de ser trasladado se le comunicó que iría a una clínica urbana.
"Me bajaron del coche, me arrojaron al suelo y me golpearon varias veces en el cuello. Me arrastraron del pelo y yo, claro, me resistí", aseguró el ex mandatario.
Llamó a su partidarios a continuar las protestas, ya que "hay que salvar al país, que ha caído en manos de delincuentes y se encuentra al borde del abismo".
Según informó hoy el Servicio Penitenciario, Saakashvili fue trasladado a un hospital adscrito a una prisión "para evitar el deterioro de su estado de salud".
Al respecto, el ministro de Justicia, Rati Bregadze, admitió que, como el preso se niega a ser tratado por los médicos, "existe un riesgo de empeoramiento".
El expresidente georgiano (2004-2013) fue detenido el 1 de octubre cuando regresó a Georgia tras haber estado huido ocho años de la Justicia y enseguida se puso en huelga de hambre para protestar contra su encarcelamiento.
Según la defensora del pueblo de Ucrania, Liudmila Denísova, Saakashvili ha perdido veinte kilos desde que dejó de comer.
El Ministerio de Justicia de Georgia negó recientemente que el exmandatario estuviera en huelga de hambre y anunció que estaba tomando papillas y zumos naturales.
Saakashvili, quien ejercía de jefe del Comité Ejecutivo de Reformas de la Presidencia de Ucrania tras recuperar en 2019 la ciudadanía ucraniana, fue condenado en 2018 en ausencia a tres y seis años de cárcel por corrupción y abuso de poder.
También afronta otros cargos que pueden acarrearle hasta 11 años de prisión, entre ellos cinco por entrar ilegalmente en Georgia el pasado 29 de septiembre.