El ala defensiva de los Bengals, Sam Hubbard, ha sido considerado una presencia sólida y estabilizadora en la línea defensiva desde su llegada a la NFL en 2018. Sin embargo, su rendimiento ha sido objeto de críticas esta temporada, ya que la semana pasada fue clasificado como el 239 de 239 linieros defensivos en la calificación de presión de pase, según ProFootballFocus.com. Detrás de esta sorprendente estadística hay una explicación significativa: Hubbard se recupera de una lesión de grado 3 en el tendón de la corva.
Ben Baby de ESPN reportó que Hubbard sufrió esta lesión durante el campamento de entrenamiento, tras haber lidiado previamente con una lesión en la rodilla y una cirugía de tobillo en la temporada baja. Lou Anarumo, coordinador defensivo de los Bengals, confirmó que, aunque Hubbard ha mostrado destellos de su talento en los últimos partidos, su falta de tiempo en los entrenamientos ha afectado su desempeño. “Sin duda, se rehabilitó muchísimo, pero le faltó tiempo de práctica”, comentó Anarumo. El entrenador en jefe, Zac Taylor, también expresó optimismo sobre la recuperación de Hubbard, señalando que cada semana se siente mejor.
A pesar de sus problemas físicos, Hubbard se niega a usar sus lesiones como excusa para su bajo rendimiento. Con una calificación general de PFF de 46.4, se siente frustrado por el inicio difícil de la temporada, donde los Bengals aún buscan su primera victoria. “Estamos luchando por conseguir esta victoria para quitarnos presión. Ha sido un comienzo complicado, pero estamos intentando ponernos a punto”, afirmó Hubbard. Mientras tanto, Anarumo está preocupado por el apoyo en la línea defensiva, ya que los jugadores de fondo no han logrado llenar el vacío dejado por Hubbard. A medida que la temporada avanza, los Bengals esperan que su estrella defensiva pueda recuperarse completamente y contribuir a revertir la situación del equipo.
