Madrid, 15 feb (EFE).- La estadounidense Mikaela Shiffrin, que a los 25 años ya lo ha ganado absolutamente todo en el deporte rey invernal, anunció que no cederá fácilmente su trono al proclamarse campeona del mundo de combinada de los Mundiales de esquí alpino de Cortina d'Ampezzo (Italia), donde Marco Schwarz ganó la prueba masculina y situó a Austria al frente del medallero.
Shiffrin, doble campeona olímpica y triple ganadora de la general de la Copa del Mundo, capturó su sexto título intercontinental, la novena medalla en unos Mundiales y la segunda en la estación que albergó los Juegos Olímpicos de 1956. Donde el pasado jueves capturó bronce en el supergigante. Y en la que este lunes, tras ser tercera en la manga de 'super', impuso su condición de mejor eslalonista de la historia para ganar la prueba por delante de la eslovaca Petra Vlhova y de la suiza Michelle Gisin.
La supercampeona de Vail (Colorado) no ganó la pasada temporada su cuarto Globo de Cristal seguido al perderse numerosas pruebas por el repentino fallecimiento de su padre, Jeff, primero; y debido a las cancelaciones a causa de la pandemia, después. Empezó esta temporada con retraso, debido a una lesión de espalda. Y a Cortina llegó sin haber disputado ninguna prueba de velocidad.
Su sucesora en el historial de la Copa del Mundo, la italiana Federica Brignone, lideraba tras la primera manga, en la que cubrió los 2.150 metros de la pista 'Olympia delle Tofane' -con salida a 2.160 metros de altitud y un desnivel de 600- en un minuto, 22 segundos y once centésimas, sólo una menos que su compatriota Elena Curtoni y con seis sobre Shiffrin.
Curtoni acabaría cuarta -a casi dos segundos y medio- y Brignone se salió de recorrido en el eslalon, al igual que la suiza Wendy Holdener, que no pudo defender el título que sí revalidó hace dos años en Are (Suecia), después de ganarlo ante su afición en St. Moritz (Suiza) en 2017.
Vlhova demostró que no lidera la Copa del Mundo por casualidad y ascendió del séptimo al segundo. Y Gisin, a la que nadie regaló el oro olímpico de la disciplina hace tres años en PyeongChang (Corea del Sur), pasó del quinto que ocupaba tras el 'súper', al tercer puesto final: canjeable por la medalla de bronce. La eslovaca se quedó a 86 centésimas de la gran Mikaela; la helvética, a 89.
A Shiffrin -que ocupa un inusual séptimo puesto en la general de la Copa del Mundo- ya la había descartado más de uno. Pero a Shiffrin no se la puede descartar nunca. Jamás. Este lunes re-confirmó su condición de súper-depredadora deportiva. Y sin nuevos contratiempos de envergadura, acabará siendo, sin duda, la mejor esquiadora de todos los tiempos.
En Cortina puede lograr su quinto título (seguido) en eslalon y también optará al oro en el gigante del próximo jueves.
A Shiffrin le gusta reinar. Y no planea ceder su trono.
La estadounidense brilló en el gran día del austriaco Marco Schwarz, que ganó la combinada masculina, en la que evitó la defensa del título del francés Alexis Pinturault, que se tuvo que conformar con plata. 'Blacky' colocó a Austria al frente del medallero, tras una prueba que el suizo Loic Meillard acabó tercero.
Pinturalt, líder de la Copa del Mundo, había salido a por todas y marcó el segundo mejor tiempo en el 'súper', con distinta salida que el de las mujeres, pero, según los datos oficiales de la FIS, de idéntica longitud. En el que se había convertido en sorprendente líder el canadiense James Crawford, que amarró -de forma no menos inesperada- el cuarto puesto final.
Crawford, que había tomado la salida con el dorsal 32, provocó la corrección de no pocos avances informativos al cubrir la primera bajada en 1:19.25, un tiempo inferior en ocho centésimas al de Pinturault; y con una ventaja de 30 y 42, respectivamente, sobre los austriacos Vincent Kriechmayr -que en Cortina firmó 'doblete' en las pruebas del velocidad- y Matthias Mayer, sin posibilidades en la parte técnica.
Schwarz, de 25 años, que en los Mundiales de Are había ganado sendos bronces en combinada y en eslalon, hizo valer su condición de líder de la Copa del Mundo de esta última disciplina; y pasó de ocupar el quinto puesto provisional a festejar la victoria más importante de su carrera. Con un crono de 2:05.86: cuatro centésimas mejor que el de Pinturault.
Los suizos Loic Meillard, Luca Aerni -oro mundial hace cuatro años- y Gino Caviezel, que, por ese orden, ocupan los puestos del sexto al octavo, también aspiraban a todo en la segunda y decisiva manga.
Aerni y Caviezel se salieron de recorrido. Y Meillard, campeón mundial júnior de la disciplina en 2015 y 2017, no desaprovechó la oportunidad de capturar su primera gran medalla. Se quedó a un segundo y doce centésimas, pero se marchó al hotel con el bronce. Tras una prueba que el barcelonés Albert Ortega, único español participante, acabó en una meritoria duodécima plaza, a algo mas de cinco segundos de Schwarz.
Los campeonatos se reanudan este martes con la disputa de los gigantes paralelos -disciplina que debuta en unos Mundiales-, antes de que el miércoles tenga lugar en la estación de los Dolomitas la prueba por equipos: dos eventos marcados por el imperativo de la televisión; que darán paso a las pruebas técnicas, el gigante y el eslalon, que tendrán lugar en Cortina los cuatro últimos días de la semana.
Adrian R. Huber