Santa Cruz de Tenerife (España), 8 nov (EFE).- Los científicos que siguen de cerca la evolución de la erupción volcánica en la isla española de La Palma aprecian signos de agotamiento de los aportes de magma a mayor profundidad y que la lava que está saliendo en estos momentos tiene un origen más superficial.
La portavoz del comité científico del Plan de Emergencia Volcánica de las islas Canarias (Pevolca), Carmen López, explicó hoy que todos los datos observables (composición química del penacho, sismicidad y deformación del terreno) apuntan a que el sistema de realimentación "está aflojando" y los reservorios "se van haciendo menores".
Insistió que "concuerdan todos los (parámetros) observables con que la parte más profunda" de ese sistema que alimenta al volcán "está siendo menos activa y tiene menos capacidad de nutrir de magma, de alimentar la erupción por más tiempo".
Uno de esos indicios es la tendencia descendente en la relación carbono/azufre del penacho, cuya última medición arroja una tasa de dióxido de azufre (SO2) de entre 16.600 y 23.100 toneladas diarias.
Los otros son una sismicidad y una señal de tremor volcánico "bajos", así como una tendencia descendente en cuanto a la deformación del terreno a causa de la erupción de Cumbre Vieja, que comenzó el pasado 19 de septiembre.