El aumento de los contagios de covid-19 entre los niños y las divergencias sobre las mascarillas y las vacunas han ensombrecido el comienzo del curso escolar en Estados Unidos, al enfrentar a padres con profesores, a escuelas con políticos y al Gobierno federal con varios estados.
Uno de cada cuatro alumnos estadounidenses vuelve a la escuela esta semana, en muchos casos por primera vez en persona desde el comienzo de la pandemia, y lo hacen en un clima de nerviosismo y preocupación por la propagación de la variante delta en Estados Unidos.
Aunque todavía no hay pruebas de que esa variante genere casos más graves entre los menores, lo cierto es que los contagios entre niños y adolescentes se están disparando en varios estados con casi 94.000 nuevos casos detectados la semana pasada, según datos de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).
BIDEN, "MUY PREOCUPADO"
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se mostró este martes "muy preocupado" por los casos de "niños pequeños, de cuatro, cinco o seis años, ingresados en hospitales".
"Los niños se están contagiando porque en la mayoría de los casos viven en estados y comunidades con una baja tasa de vacunación, y se contagian de adultos no vacunados", lamentó el mandatario en una rueda de prensa.
Ese problema ha avivado el pulso entre distritos escolares, estados y el Gobierno de Biden sobre la posibilidad de imponer mandatos sobre el uso de mascarillas en las aulas o de exigir pruebas de vacunación a los profesores.
El principal epidemiólogo de Estados Unidos, Anthony Fauci, expresó este martes su apoyo a los mandatos de vacunación para los maestros, una medida que en todo caso depende de las autoridades locales o estatales, no de la Casa Blanca.
"Estamos en pleno aumento enorme de contagios justo cuando entramos en el otoño, en la temporada escolar. Este es un tema muy serio", aseguró Fauci durante una entrevista con la cadena MSNBC.
Alrededor del 90 % de los profesores del país ya están vacunados, según los dos mayores sindicatos de maestros del país, pero establecer ese requisito enviaría un mensaje importante al resto del personal de las escuelas y a los padres de los alumnos, según los impulsores de la medida.
GUERRA SOBRE LOS MANDATOS DE MASCARILLAS
Las vacunas aprobadas en Estados Unidos solo están autorizadas para su uso en mayores de 12 años, lo que preocupa a muchos padres, especialmente en las ciudades y territorios cuyos líderes se resisten a ordenar el uso obligatorio de mascarillas en las escuelas.
Siete estados del país han prohibido de hecho que se impongan mandatos de mascarillas en las escuelas, una medida que ha generado una fuerte resistencia en el caso de dos de los territorios con más contagios: Florida y Texas.
Dos de los principales distritos escolares de Texas, los de Dallas y Austin, anunciaron este martes mandatos de mascarilla para todos sus estudiantes, personal y visitantes, en un desafío directo a la orden del gobernador republicano del estado, Greg Abbott.
Además, las autoridades de San Antonio y del condado de Bexar presentaron este martes una demanda para frenar el veto a los mandatos de mascarillas de Abbott, con el objetivo de poder exigir el uso de cubrebocas en las escuelas.
En Florida, el estado con mayor tasa de infecciones del país, el gobernador Ron DeSantis amenazó este lunes con suspender los salarios de los superintendentes escolares que desafíen la orden ejecutiva sobre las mascarillas, como han hecho ya los condados de Alachua, Duval y Broward.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, insinuó al respecto que el Gobierno de Biden podría recurrir a los fondos del plan de rescate por la pandemia que, según aseguró, Florida no ha distribuido todavía, para pagar a esos superintendentes que ordenen el uso de mascarillas.
"(Esos fondos) están bajo discreción federal, solo hay que distribuirlos a las escuelas. Estamos examinando qué es posible" hacer para ayudar a quienes desafíen a DeSantis, dijo Psaki este martes durante su rueda de prensa diaria.
No obstante, Biden aseguró después que no cree que tenga la autoridad legal para intervenir en estados como Texas o Florida y sortear sus prohibiciones a los mandatos de mascarillas, aunque lo está "estudiando".
MÁS DE 200 MENORES HOSPITALIZADOS AL DÍA
En general, los contagios y hospitalizaciones en EE.UU. están en su punto álgido desde el pasado febrero debido a la expansión de la variante delta, prevalente en el país, con un aumento del 33,7 % en los casos y del 40 % en los ingresos hospitalarios en la última semana, según datos oficiales.
Eso supone que hay el doble de contagios que hace un año, cuando comenzó el curso escolar en muchos casos de forma remota, y el 19 % de los casos corresponde a menores, según datos de finales de julio de AAP.
Aunque esa asociación calcula que solo el 1 % de los niños contagiados acaban ingresados, la semana pasada hubo una media de 216 niños hospitalizados cada día, el mismo nivel que durante la crisis sanitaria de enero pasado.
Por eso, la AAP escribió una carta la semana pasada a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) pidiéndole que autorice cuanto antes la vacunación para los niños de entre 5 y 11 años.
Sin embargo, no está claro que esa fuera tampoco la solución definitiva, dado que un tercio de los estadounidenses que tienen la edad suficiente para ponerse la vacuna todavía se resisten a hacerlo, y la mitad de los padres de niños de entre 13 y 17 años no tienen claro si vacunarán a sus hijos.
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