Managua, 24 oct (EFE).- Cuatro años después de haber establecido una dinastía en el voleibol de playa masculino de Centroamérica, Nicaragua ahora se propone alcanzar el nivel de las grandes potencias panamericanas, y cree tener argumentos para eso.
En un país donde pocos atletas de alto rendimiento se dedican exclusivamente al deporte, aspirar a competir más allá del nivel del vecindario para casi todos es un sueño.
Pero no así para los que practican voleibol de playa, quienes recientemente revalidaron la medalla de oro para Nicaragua en el XX Campeonato Centroamericano Mayor, y creen que están preparados para el siguiente nivel.
"El nivel que puede alcanzar Nicaragua lo vimos en 2019, ganamos una medalla de oro Norceca (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Voleibol), esa ocasión la gané con Rubén (Mora), y además no solo una medalla, llegamos a unas tres finales y además de eso Rubén y Daniel (Danny López) tuvieron dos terceros lugares, que también son meritorios", dijo a Efe el vigente campeón centroamericano Denis López.
Ese mismo año, Denis López y Jefferson Cascante, actuales campeones centroamericanos, ocuparon la novena posición en el Campeonato Mundial Sub-21 de Voleibol de Playa en Udon Thani, Tailandia, donde compitieron 58 equipos de 47 países.
CAMBIO RADICAL
El punto de quiebre para las aspiraciones nicaragüenses fueron los XI Juegos Centroamericanos Managua 2017, cuando unos jovencitos Danny López y Mora sorprendieron al istmo al vencer contra pronósticos a los guatemaltecos Andy Leonardo y Luis García.
Ese triunfo demostró a los practicantes de voleibol de playa en Nicaragua que para ser campeón no bastaba ponerse a jugar, sino que había que aprender técnica, estrategias, entrenar fuerte y aspirar a competir en el máximo nivel.
Detrás de esa medalla estaba el entrenador cubano Erasmo Palomo, quien prepara a varones y mujeres todos los días un mínimo de seis horas, afirmó Denis López.
Palomo mencionó a Efe lo que encontró y lo que cambió.
"Lo primero de todo es la concentración, existía la teoría (pero) tengo que tener buena base físico-técnica para después poder implementar la parte táctica que le conviene al equipo (…) hay que mejorar muchas cosas, mejorar mucho el pensamiento táctico según el contrario que vamos a enfrentar, pero hay que seguir mejorando, hay que trabajar con mucha más seriedad", explicó.
Hoy en día Nicaragua sobresale, según Palomo, por su trabajo físico-técnico, por su ritmo y dominio del juego, así como la flexibilidad para enfrentar a contrincantes con diferentes estilos.
El entrenador confía en que Denis López y Cascante están preparados para destacar en los Juegos Panamericanos Junior Cali Valle 2021, que tendrán lugar del 25 de noviembre al 5 de diciembre próximo, donde coincidirán con potencias continentales como Brasil, Cuba o México, o con selecciones que cree están al alcance, como Colombia, Paraguay o Chile.
DINASTÍA PARA RATO
La mejor noticia, sin embargo, es la edad de los campeones nicaragüenses, ya que todos son sub-23, y disfrutan como cuando fueron reclutados de la paradisíaca bahía de San Juan del Sur, en el suroeste de Nicaragua.
Al consultarles si la dinastía de Nicaragua en el voleibol de playa centroamericano está a buen resguardo, Cascante, de 21 años, no tiene dudas: “La verdad que sí, ya lo hemos demostrado en 2019 (…), y gracias a Dios este año se nos dio el primer Campeonato Mayor”.
"Sí, sí, cómo no, yo creo que está garantizada, en la parte masculino está garantizada, ya lo vimos, ganamos Sub-21 de nuevo, fuimos medallistas con dos equipos y se ganó en Mayor oro y plata, es decir que debe haber para hacer un buen trabajo por lo menos cinco años más, seis años más, si no descuidamos otras cosas", destacó el entrenador, quien al final advirtió que ya está trabajando con jovencitas “para ver resultados en uno o dos años”.