Dubái, 22 oct (EFE).- Mohamed Omer Rahimy, un afgano de 63 años que reside en Austria desde 1976, llenó sus maletas con más de 300 artefactos de su colección privada y puso rumbo a Dubái para rescatar el pabellón de Afganistán en la Expo2020, que permaneció vacío durante días debido a la crisis en su tierra natal.
El anterior Gobierno afgano tendría que haberse encargado del pabellón en la Expo de Dubái, pero tras la toma de Kabul por parte de los talibanes el 15 de agosto nadie se preocupó de representar a Afganistán en el evento internacional.
POR INICIATIVA PROPIA
El pabellón quedó desierto y cerrado durante casi dos semanas tras la inauguración de la Expo2020 el 1 de octubre, hasta que Rahimy, junto a sus dos hijos y su hermano, llevaron hasta esas instalaciones decenas de artefactos afganos de su colección, por cuenta propia y sin el apoyo de ninguna institución.
"Los regímenes van y vienen. Yo no estoy metido en política, pero me importan mi cultura y mi gente", dijo a Efe el coleccionista en el pabellón, diseñado por su hermano y comisionado también por su hijo.
"Quiero que cambie la situación de Afganistán, quiero la paz para las nuevas generaciones y quiero que el mundo ayude a Afganistán", añadió.
Rahimy es un ávido coleccionista de artefactos, no sólo de Afganistán sino también de otras partes del mundo.
Cuenta a Efe que, en 2019, organizó una exposición sobre la ruta de la seda en Viena, donde mostró más de 700 piezas y obras pertenecientes a medio mundo, desde Egipto hasta China.
"Mi casa está llena, mi almacén está lleno", asegura orgulloso, al tiempo que explica que guarda cada artefacto en una caja que custodia hasta que se presenta otra oportunidad para exponer la colección, que asegura que no está dispuesto a vender.
"No compro terrenos (...) solo colecciono. Pongo todo mi dinero en estas colecciones", reafirma el hombre, que ha logrado acumular este tesoro gracias a sus "conexiones".
EL PATRIMONIO AFGANO
Heredó esta pasión de su padre, de quien aprendió que coleccionar artefactos antiguos es preservar un patrimonio que debe ser protegido.
En esta ocasión, en el pabellón afgano en la Expo de Dubái se pueden encontrar piezas que abarcan del siglo XII al siglo XX, como mantones hechos a mano por mujeres, telas Suzani utilizadas durante las bodas, dagas de bronce, jades, escritos antiguos y utensilios de cerámica.
Rahimy explica que algunos de ellos fueron hechos por mujeres durante el siglo XVII, que cada noche se sentaban y se ponían minuciosamente manos a la obra, y tardaban hasta seis meses en completarlos.
"Afganistán es rico en recursos y tiene más de 5.000 años de cultura, así que aquí se ve el verdadero Afganistán", asegura, al tiempo que muestra cada uno de los artefactos que se exhiben finalmente en este pabellón, que estuvo a punto de no abrir sus puertas.
"¿Ves lo que tiene Afganistán? Tenemos minerales, azafrán, frutos secos, aceite, gas, hierro... ¿Qué más quieres?", afirma, sin mencionar nunca la nueva crisis en la que está sumido su país, por el que muchos curiosos se acercan este año a ver el pabellón.
Omnia Al Desoukie