Jerusalén, 9 abr (EFE).- Un palestino murió hoy por disparos del Ejército israelí en el campo de refugiados de la ciudad de Jenín, en Cisjordania ocupada, durante una amplia operación de las tropas tras el ataque del jueves cometido por un palestino en Tel Aviv.
El Ministerio de Sanidad palestino informó sobre la muerte de un joven que falleció tras ser evacuado al hospital por disparos en la cabeza y en el pecho. Otros trece palestinos fueron heridos de bala.
Todo ello se produjo tras la entrada de un amplio contingente de tropas y miembros de la Policía de Fronteras de Israel en la ciudad y el campo de refugiados de Jenín, de donde procedía el atacante que el pasado jueves mató a tres israelíes e hirió a más de una decena en un atentado en el centro de Tel Aviv.
La incursión israelí ha derivado en un fuerte enfrentamiento armado con grupos locales, según detalló un portavoz israelí.
"Asaltantes armados están disparando contra tropas y Policía fronteriza" en el área, informó el Ejército. "En respuesta, las tropas disparan contra los asaltantes armados", agregó.
El campo de refugiados de Jenín es conocido por ser uno de los bastiones históricos de la resistencia armada palestina. Grupos armados siguen presentes sobre terreno y el control sobre la zona de las fuerzas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) es limitado.
El ataque de anteayer en Israel fue el cuarto en poco más de dos semanas, lo que se ha saldado con un total de 14 muertos.
Todo ello incrementó aún más la tensión en la región y puso de nuevo a Israel en estado de alerta máxima.
Tras el ataque, el jefe del Estado Mayor del Ejército ordenó aumentar operaciones en el norte de Cisjordania para "prevenir" otros posibles ataques. También mandó "concentrar la actividad" en las localidades de las que procedían los autores de los dos últimos ataques, ambos del área de Jenín.
La actual ola de ataques -dos de ellos cometidos por ciudadanos árabe-israelíes y otros dos por palestinos- preocupa al aparato de seguridad israelí por el hecho de haberse producido a pie de calle, en gran medida contra civiles y sin haber obtenido un aviso previo de inteligencia para impedirlos.
Los autores de los ataques habrían actuado de forma autónoma, sin contacto ni coordinación entre ellos, pero las autoridades temen que más personas puedan actuar estas próximas semanas por inspiración suya, en lo que denominan "ataques de imitación".
