Londres, 1 abr (EFE).- Una "disculpa" oficial de Argentina por el sufrimiento de la población de las Malvinas cuando los militares argentinos ocuparon las islas por la fuerza en 1982 puede ser "un buen punto de partida para la reconciliación", dijo a Efe Graham Bound, fundador del diario malvinense "Penguin News" y testigo del conflicto armado.
En una entrevista con Efe en Londres, Bound -periodista, escritor y una de las figuras más destacadas de las islas- reflexionó sobre la crisis bélica y lamentó que los isleños nunca recibieron una disculpa oficial, a pesar de que ciudadanos argentinos han admitido muchas veces que la guerra entre Argentina y el Reino Unido fue un error.
Fundador hace 43 años del único diario de las islas, Bound acaba de presentar en Malvinas una exposición de las fotografías que tomó poco después de que los militares bajo las órdenes del general Leopoldo Fortunato Galtieri se hicieran con el control del territorio, desencadenando una guerra entre Londres y Buenos Aires que terminó con la victoria de los británicos el 14 de junio de 1982.
40 AÑOS ES UN "NÚMERO REDONDO" PARA PEDIR DISCULPAS
"40 años es un bonito número redondo. Sería una buena oportunidad para decir 'nos disculpamos, no merecíais eso", dijo el periodista.
Un perdón puede ser "un buen punto de partida para la reconciliación. Y, ya se sabe, las disculpas son realmente cosas muy poderosas", insistió Graham, que puso como ejemplo el actual perdón británico por el pasado de esclavitud en el Caribe.
"Una disculpa significa que reconoces la injusticia, estás reconociendo que se hizo algo terrible y que lo lamentas" y que "fue una decisión muy estúpida, que mucha gente sufrió y nunca tendría que haber pasado", resaltó este malvinense ahora residente en Londres.
Al mismo tiempo, Bound opinó que, aunque no lo dicen, los isleños se sienten de alguna manera culpables porque su territorio fue el lugar donde tanta gente sufrió en un enfrentamiento armado.
Las numerosas instantáneas que tomó del conflicto, que espera sean exhibidas también en la capital británica, muestran la intensidad de la ocupación militar argentina y es posible imaginar el impacto en la salud mental de la gente, reflexionó.
"Uno empieza a entender que algo malo se hizo sobre una diminuta minoría que eran unos blancos fáciles", resaltó.
Los contactos entre antiguos combatientes argentinos y británicos "son bonitas historias sentimentales", pero "no he escuchado o visto nada que indique que hay una disculpa por lo que se hizo a las islas", puntualizó Bound.
LOS ISLEÑOS NO PODÍAN VIVIR EN EL REINO UNIDO ANTES DE LA GUERRA
Al recordar la situación previa al conflicto, este periodista admitió que los isleños no podían vivir en el Reino Unido.
"Podía entrar con un visado de turista o un visado de corto plazo para estudiar o algo así, pero no podía vivir y trabajar en el Reino Unido", dijo el malvinense, que recordó que después de la guerra los isleños obtuvieron pasaportes británicos con derechos.
Los beneficios para los isleños fueron a continuación "enormes" porque pudieron emitir licencias de pesca en aguas de las Malvinas, lo que supuso importantes ingresos para sus habitantes.
"Se introdujo la legislación pesquera, lo que le permitió al gobierno local emitir licencias, con unos beneficios enormes. Y así es como las cosas continuaron hasta hoy", enfatizó.
HABÍA QUE SALIR CON BANDERAS BLANCAS
Bound recordó que, tras la toma de control argentina de las islas, los militares emitieron edictos que obligaban a la población a desplegar una bandera blanca si necesitaban salir de casa, mientras que empezaron a sentir la censura aplicada por los argentinos.
"Hubo un periodo hasta el 30 de abril (de 1982) cuando había una relativa paz" y había esperanzas de una solución diplomática, recordó, al referirse a la situación antes de que la ex primera ministra británica Margaret Thatcher dispusiera el envío de una fuerza militar ("task force") para recuperar el territorio, reclamado por Argentina desde 1833.
Bound descartó la posibilidad de que las islas puedan convertirse en un territorio completamente independiente porque no pueden hacer frente a la defensa, algo que está a cargo de los británicos.
Si bien Argentina recalca que busca la vía diplomática en su reclamación territorial, Bound cree que, si bien el país vecino no es una amenaza, la fuerza militar británica es una disuasión.
"En el momento en que uno retira esa disuasión, se vuelve mucho más vulnerable y estoy convencido de que habría casi inmediatamente una amenaza de algunos sectores (argentinos)", agregó.
Viviana García