Los Bengals de Cincinnati abrieron la temporada con una derrota 16-10 ante los New England Patriots, reviviendo preocupaciones que parecían resueltas en campañas anteriores. A pesar de un calendario que sugería un arranque favorable, los errores en la defensa y una ofensiva lenta jugaron en contra del equipo, que perdió tras dos costosos balones sueltos. La muñeca de Joe Burrow y las ausencias clave en la alineación principal agravan la incertidumbre.
El entrenador Zac Taylor señaló las pérdidas de balón, incluyendo un fumble de Tanner Hudson y otro de Charlie Jones en territorio propio, como factores clave en la derrota. Sin embargo, la falta de explosividad en los pases largos de Burrow, cuya muñeca podría no estar completamente recuperada, también preocupa. Aunque completó 21 de 29 pases, Burrow no logró conectar a profundidad de manera efectiva, lo que genera dudas sobre su estado físico. Ja'Marr Chase, quien lideró al equipo en recepciones, insinuó que Burrow "lo frenó" en lo que pudo haber sido una jugada de touchdown.
Los problemas de los Bengals no solo están en la ofensiva. La defensa permitió 170 yardas terrestres a los Patriots, un reflejo de los problemas con los placajes que arrastran desde la temporada pasada. Con la ausencia de Tee Higgins por lesión y un ataque terrestre inconsistente, Cincinnati necesitará ajustar rápidamente para evitar otro comienzo lento, especialmente con Kansas City, el campeón del Super Bowl, en su horizonte inmediato.