Durante este Mes de la Herencia Hispana debemos reflexionar sobre la importancia de la buena salud y, en especial, recordar que necesitamos monitorear nuestra presión arterial, los niveles de azúcar en la sangre, colesterol y estrés.
Las mujeres nunca podemos olvidar exámenes vitales como la mamografía (después de los 40 años) o el Papanicolaou, por medio de los cuales se detectan temprano o descartan células cancerosas en los senos y el útero, respectivamente.
El año pasado, por la pandemia, y la falta de ferias de salud, tal vez muchas mujeres hispanas no lograron realizarse estas pruebas, por lo que se recomienda que –si usted es una de ellas– inmediatamente llame a su proveedor médico, centro comunitario, iglesia u organización que facilite atención de salud femenina.
En los hombres, la próstata también exige controles anuales que no se deben descuidar.
En un artículo que publiqué anteriormente sobre el cáncer de próstata, explicaba que, de acuerdo a datos de la Sociedad Estadounidense del Cáncer es “una enfermedad con la que aproximadamente uno de cada nueve hombres es diagnosticado”.
Mientras que el Departamento de Urología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, afirma que “el cáncer de próstata es el tipo más común entre los hombres, exceptuando el de piel”, otros centros dedicados al estudio de la enfermedad advierten que el examen de próstata es la principal medida preventiva.
Así como las mujeres permanecen en alerta por el riesgo de cáncer de seno, y se realizan una mamografía anualmente, los varones –de igual manera– deben tener controles médicos para verificar que todo esté bien con su próstata.
Y aplica el mismo principio preventivo: “entre más temprano se detecte la enfermedad, más probabilidades de sobrevivir tendrán”.
Pero, ¿qué pasa cuando usted no tiene acceso a estas rutinas?
Según reportes de la Oficina para la Salud de las Minorías, del Departamento de Salud y Servicios Humanos, en el 2020, “las expectativas de vida para los hispanos era de 82.1 años, con 84.2 años para las mujeres y 79.9 años para los hombres”, mientras que entre sus pares blancos no hispanos, se mostraba con “80.6 años: 82.7 años (mujeres) y 78.4 (hombres)”.
Las cifras también se relacionaban con el hecho de que “la salud de los hispanos a menudo está determinada por factores como las barreras lingüísticas y culturales, la falta de acceso a la atención preventiva y la falta de seguro de salud”.
Si alguno de estos factores impide que usted visite el médico para pruebas tan necesarias, puede acercarse al centro comunitario más cercano, a su iglesia u organización de servicios para familias inmigrantes/latinas.
Generalmente, ellos coordinan jornadas de salud gratuitas, con el apoyo de hospitales y escuelas de medicina. También pueden guiarle para encontrar un proveedor de estos exámenes, sin costo alguno o por evaluación basada en ingresos.
Hablando de hábitos de alimentación sana y el compromiso de moverse más, los expertos en programas de prevención recuerdan que con simples acciones como caminar por 30 minutos, comer más fibra, frutas y verduras, eliminar las grasas saturadas y la comida chatarra, usted ya está ganando en salud.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) afirman que “con un estilo de vida saludable, usted puede normalizar su presión arterial, colesterol y niveles de azúcar en la sangre, además de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ataque cardíaco”.
Recomiendan “consumir alimentos y bebidas saludables, procurar un peso adecuado para su edad y estatura, hacer ejercicio físico, y evitar el tabaco/cigarrillo”.