Londres, 6 mar (EFE).- Xisco Muñoz (Manacor, 1980) habla de sistemas, procesos, alineaciones, fútbol y de la vida. Esa que le ha llevado al momento más importante de su carrera como entrenador: dirigir a un Watford encaminado al ascenso y que le pone semana tras semana en el foco de una de las ligas más competitivas del mundo como es el Championship.
El proyecto es complicado y Xisco lo asume y sabe lo afortunado que es. Lleva una vida entera ligado a una pelota y su amor por el fútbol lo resume su respuesta a la sugerencia de tomarse un descanso: "No, no, no, no. Ni hablar".
Pregunta: ¿Cómo acaba Xisco Muñoz en el Watford?
Respuesta: Llevaba ya dos años entrenando al Dinamo. Habíamos salido campeones, había estado de segundo en el Nástic... Tuve una entrevista con Gino (dueño del Watford) y tenemos la misma idea de fútbol, la misma forma de ver un proyecto. Hay gente que le da valor a la experiencia y gente que no. Yo llevo toda la vida en esto. He jugado al fútbol desde muy pequeño y desde los 15/16 años he estado en vestuarios importantes. La gestión del grupo y la presión es algo que he gestionado toda mi vida. Es una sorpresa estar aquí, claro que sí, pero estoy muy contento de cómo está saliendo todo.
P: Ni se pensó el paso de futbolista a entrenador.
R: Un día te das cuenta de que el motor ha gripado y no puedes seguir haciendo lo que te gusta. Tuve la suerte de seguir en el cuerpo técnico del Nástic y de compañero pasé a segundo. Me sentí cómodo y aprendí, porque cambia mucho cuando lo ves desde el otro lado. Han sido cuatro o cinco años de un trabajo tras otro y de no parar. Terminé de ser futbolista y empecé a ser entrenador.
P: ¿En ningún momento se le pasa por la cabeza tener un descanso?
R: No, no. Yo lo veo como mi vida. Lo que siento en un partido no me lo da nada. Competir, enlazar tus ideas con las ideas de los chicos, ir creciendo, aprendiendo, estar lejos de tu zona de confort. Yo creo que son situaciones que en la vida es complicado encontrar. En cambio en el fútbol tus altibajos son momentos que te hacen cada día sacar lo mejor de ti. Es una forma de vida que me gusta y no me apetece parar.
Sé que me dejo muchas cosas atrás, pero sinceramente no me apetece el momento de parar.
P: Es curioso lo de la zona de confort porque a mucha gente le cuesta salir de ella. Usted como futbolista hizo carrera en España y un pequeño paso por Georgia. ¿Fue la Premier una espina clavada?
R: Cuando llevaba 12 años en España necesitaba algo diferente. Quería ver cómo vivían los demás el fútbol, cómo lo veían, cómo lo interpretan. Quería ver cómo se respira el fútbol en otros países. Ahora en Inglaterra veo que el tempo es otro. Los partidos son puros, no puedes decir nunca hay un partido cerrado, que hay un control del juego. Es brutal. Estos partidos con gente tiene que ser increíble.
P: ¿Hay algún momento del día en el que no piense en fútbol?
R: Es un problema (risas). Creo que hay otras cosas y sí deberíamos tener esa desconexión. Es uno de los objetivos que tengo a corto plazo. Aprender a disfrutar más de los éxitos, de las victorias, de todo lo que estoy viviendo. Y de saber desconectar como entrenador. Me cuesta.
P: ¿Qué influencias ha tenido como entrenador? Imagino que Rafa Benítez habrá sido de las mayores.
R: En España, en categorías inferiores, la gente está preparadísima. Desde la cantera del Mallorca, pasando por la del Valencia, hasta la etapa profesional, he tenido grandísimos entrenadores. Rafa a mí me enseña cosas diferentes. Me enseña a ganar. El Valencia el año que llego me enseña a ganar. Eso es algo muy bonito. Cuando uno sabe competir, empieza meterse en vena lo de ganar, ganar, ganar...
Recuerdo compañeros: Ayala, Cañizares, Baraja, Albelda, Aimar, Marchena... Gente ganadora desde los entrenamientos. Un entrenador genera todo eso. Genera esa ambición, ese poder de convencimiento. Cuando aprendo eso cambia mucho mi forma de ver el fútbol. Rafa fue un adelantado en ese momento porque nos hacía ver cosas diferentes. Nos hizo creer en cosas importantes.
P: ¿Es de los que sale muy dolido de las derrotas?
R: Me considero extraño en eso. Valoro el esfuerzo y el trabajo que hemos hecho durante el partido. Intento ser muy honesto con el grupo y con lo que les transmito. No me dejo influenciar por el resultado. Hemos ganado partidos donde no hemos estado bien y hemos perdido partidos donde hemos estado muy bien. Creo en el proceso, en la progresión y en un estilo. Si me dices que estamos en una final, pues sí, hay que ganarla sí o sí. Aunque estemos mal hay que ir a por ello. En competiciones largas hay que ser realista y ser honesto. La clave es dominar facetas del juego. Si tú a lo largo del año dominas varias facetas, vas a ser capaz de ganar de ganar muchos partidos.
P: El otro día Óliver Torres hacía alusión al fracaso en una entrevista con la revista Panenka. ¿Qué es el fracaso en el fútbol?
R: Ser entrenador hoy en día es muy complicado porque no se entiende de procesos, quieren resultados directos. El fracaso yo lo veo cuando haces algo y no crees en ello o no lo estás haciendo lo mejor posible. A día de hoy no me siento un fracasado y eso que he tenido fracasos. No me han ido bien las cosas en determinados momentos, pero siempre he dado lo mejor de mí y eso me ha llevado a lograr cosas que son brutales. Veo cuando ponen ejemplos de futbolistas que han fracasado y pienso "pero, ¿cómo les estás diciendo eso?".
¿Tú sabes lo que cuesta jugar un partido en Primera división en España? ¿Cuánta gente lucha por jugar medio partido en Premier? ¿A cuánta gente le gustaría entrenar en un primer equipo profesional? ¿Cuánta gente trabaja duro para llegar a esto? Hay gente que suelta la palabra fracaso por soltar sin saber todo lo que hay por detrás.
A partir de ahí cada uno tendrá sus limitaciones y le dará para llegar a donde pueda, pero cuando una persona lo intenta la palabra fracaso no se debería decir.
P: Sobre todo cuando llega de gente que no le conoce.
R: Tú tonto no eres. Tú sabes si estás haciendo todo lo que puedes o no. Todos pasamos por momentos en los que te exiges más o te exiges menos. Si te quieres poner en peso o no, si te quedas 10 minutos más en el gimnasio o no, si quieres que el analista te haga un vídeo o no. Hay 70.000 mil cosas en las que puedes ir a mejor. Veo muchas veces que nos frustramos. La palabra frustración en la sociedad cada vez sale más. Lo que tienes que ser es realista. Yo tengo que saber dónde me encuentro y cómo estoy.
Si yo tiro desde la frontal 10 veces en un entrenamiento y no meto ni uno. Luego el día del partido no esperes que chute, la marque y me ponga a llorar. Tú tienes que saber cuál es tu nivel. A partir de ahí trabaja. No me puedo frustrar en cosas que no domine.
Manuel Sánchez Gómez