De acuerdo con estadísticas de la campaña “Piscina segura, diversión asegurada” de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de los Estados Unidos (CPSC, por sus siglas en inglés) en los meses de mayo a agosto de 2016, el 74% de los fallecimientos de niños menores de 15 años ocurrió en piscinas residenciales. Un 54% perdió la vida en estructuras de patio incrustadas permanentemente, 19% en aquellas instaladas sobre el suelo y 4% en las sencillas del tipo portátil, como las inflables.
Aunque tales cifras se registraron hace casi una década, la campaña todavía las muestra a través de infográficas con la finalidad de crear conciencia en la población para evitar ahogamientos durante la temporada de verano.
Considerando la data más reciente publicada por esta institución en el reporte anual de 2023, los fallecimientos y las lesiones por ahogamiento siguen aumentando en los niños menores de 15 años.
“Entre 2018 y 2020, un promedio anual de 371 niños menores de 15 años se ahogó fatalmente en una piscina o spa. Solo en 2022, se estimaron 6 400 lesiones por ahogamiento no fatales en este grupo de edad”, cita el informe.
Y este análisis también confirmó “marcadas disparidades raciales en las muertes por ahogamiento”, exponiendo que “los niños negros e hispanos tienen una capacidad de natación desproporcionadamente menor que sus pares blancos y continúan ahogándose a tasas más altas”.
De igual manera advierten un riesgo mayor para los pequeños hasta los cinco años.
“De todos los niños que se ahogaron fatalmente en piscinas o spas, el 75% eran menores de cinco años. Ellos también constituyeron el 91% de los casos fatales en áreas residenciales, el entorno de ahogamiento más común”.
¿Cómo garantizar la seguridad infantil en piscinas residenciales o centros de entretenimiento acuático?
En primer lugar, NUNCA deje a un menor solo en una piscina o cualquier fuente de agua. En todo momento manténgase cerca y vigilante porque un accidente puede ocurrir en cuestión de segundos.
A continuación, las seis recomendaciones de la CPSC, a través de su campaña nacional “Piscina segura, diversión asegurada”:
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Nunca deje a los niños desatendidos dentro o cerca del agua. Incluso si hay un salvavidas presente, siempre designe a una persona que vigile. (Esto implica la responsabilidad de evitar distracciones, dedicándose exclusivamente a la supervisión de los menores).
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Enseñe a los niños a nadar o busque asistencia profesional para hacerlo.
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Instruya a los niños para que se mantengan alejados de los desagües. De esta manera se evita el peligro de atrapamientos.
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Verifique que todas las piscinas y spas tengan tapas de desagüe que cumplan con los requisitos federales.
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Instale barreras adecuadas, como puertas con cierre automático, alarmas de piscinas y cercas que no se puedan escalar. Así se evitará que los niños sin supervisión accedan a piscinas u otras fuentes de agua.
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Aprenda sobre primeros auxilios y técnicas resucitación cardiopulmonar (CPR, por su abreviación en inglés) en niños y adultos para intervenir rápidamente en caso de emergencia.
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*NUNCA deje a un menor solo en una piscina o cualquier fuente de agua; en todo momento manténgase cerca y vigilante porque un accidente puede ocurrir en cuestión de segundos. Según el reporte más reciente de la CPSC (mayo, 2023), “entre 2018 y 2020, un promedio anual de 371 niños menores de 15 años se ahogó fatalmente en una piscina o spa. Solo en 2022, se estimaron 6 400 lesiones por ahogamiento no fatales en este grupo de edad”. (CC/Derrick Loh)
