Kabul, 1 may (EFE).- Las autoridades situaron este sábado en 24 muertos y 110 heridos, entre ellos 16 niños, el número de víctimas en el atentado ayer con un vehículo cargado de explosivos en el este de Afganistán, que destruyó varios edificios y dañó un hospital.
"Hemos recuperado 24 cadáveres y hay 110 heridos, todos ellos civiles", afirmó a Efe Didar Lawang, portavoz de la administración de la provincia de Logar, en cuya capital Pul-e-Alam tuvo lugar en la tarde de ayer el atentado, poco antes de que los fieles rompieran el ayuno con la caída del sol con motivo de la festividad musulmana de Ramadán.
La mayoría de los muertos por la fuerte explosión, explicó el portavoz, son estudiantes del distrito de Azra que habían acudido a la capital para atender un examen de acceso a la universidad.
Además entre los heridos hay al menos 16 niños y once médicos del hospital afectado, que sufrió numerosos daños y obligó al personal sanitario a tratar a los pacientes entre cristales rotos.
"Los ataúdes con los fallecidos fueron enviados hoy a sus casas en el distrito de Azra", aclaró Lawang, que añadió que a varios de los heridos graves los trasladaron a Kabul para recibir tratamiento.
Se trata del peor ataque con coche bomba en meses en Afganistán, a pesar de que el país ha sido escenario de un aumento de los asesinatos selectivos desde que Estados Unidos y los talibanes alcanzaron un histórico acuerdo en Catar en febrero del año pasado.
Las condenas por el atentado fueron numerosas, entre ellas la de la organización pro derechos humanos Amnistía Internacional, que subrayó que "el ataque deliberado contra civiles es un crimen de guerra" y las autoridades deben investigarlo.
Por el momento ningún grupo insurgente ha reivindicado la autoría del atentado, aunque el Gobierno afgano acusó a los talibanes de estar detrás de este "atentado terrorista".
RETIRADA DE AFGANISTAN
El ataque tuvo lugar la misma semana en que Estados Unidos comenzó la retirada oficial de sus tropas de Afganistán, un proceso que culminará hacia el vigésimo aniversario del atentado del 11 de septiembre, un retraso de cinco meses respecto a la fecha inicialmente pactada en Doha con los talibanes: el 1 de mayo.
El principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, se refirió hoy en Twitter a ese retraso y advirtió que "dado que la retirada de las fuerzas extranjeras de Afganistán en el plazo acordado del 1 de mayo ha pasado, esta violación ha abierto en un principio el camino para que (...) tomen todas las medidas que consideren apropiadas contra las fuerzas de ocupación".
"Los combatientes del IEA (Emirato Islámico de Afganistán, como se autodenominan los talibanes) esperarán ahora la decisión que tome el liderazgo (talibán) a la luz de la soberanía, los valores y los intereses superiores del país, y luego actuarán en consecuencia", subrayó el portavoz insurgente.
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció hace dos semanas la decisión de retirar a sus casi 3.500 efectivos de Afganistán, mientras la comunidad internacional continúa sus esfuerzos por relanzar las paralizadas conversaciones de paz intraafganas iniciadas en septiembre para poner fin a dos décadas de conflicto.