Rangún (Birmania), 7 feb (EFE).- Birmania continúa este domingo con el bloqueo a internet impuesto en todo el país por la junta militar que tomó el lunes el poder mientras se producen nuevas manifestaciones en Rangún contra la asonada.
La conexión a la red, ordenada la víspera, no se encuentra disponible, aunque todavía sigue operativa las llamadas telefónicas nacionales e internacionales.
El portal de seguimiento Netblocks indicó esta mañana en su última actualización que "el país permanece en medio de un apagón de internet a escala nacional con la conectividad estancada en solo el 14 % sobre los niveles habituales"
Miles de personas han vuelto hoy a las calles de Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada, para mostrar su rechazo al golpe de Estado encabezado por el general Min Aung Hlaing contra el depuesto gobierno democrático liderado por la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Las manifestaciones, portando prendas de color rojo que identifica al partido Liga Nacional para la Democracia (LND) de Suu Kyi, discurren en varios puntos de la urbe, entre ellos en la Universidad de Rangún, confirmó a Efe un corresponsal sobre el terreno.
Este movimiento pacífico de desobediencia civil también reclama la liberación de todos los detenidos por los militares, entre ellos Suu Kyi, y que el Ejército respete el resultado de los comicios de noviembre, donde la LND arrasó en las urnas.
La Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos indicó anoche que 152 personas continúan detenidas, entre ellas dos sentenciadas a dos años de cárcel por cargos que no han sido precisados, mientras que las autoridades han puesto en libertad a otras 12 personas que habían sido detenidas durante el golpe.
La víspera, antes de que las teleoperadoras cortaran el acceso a internet, los ciudadanos de la antigua capital tomaron algunas de las avenidas claves en concentraciones espontáneas que fueron creciendo en número a lo largo de la jornada antes de dispersarse por la tarde.
La Policía desplegó varios operativos para cortar el paso de las marchas, aunque no se registraron enfrentamientos con los manifestantes.
Además de en Rangún, en al menos otras nueve poblaciones, como Mandalay -la segunda ciudad más poblada- y Naipyidó -la capital fundada en 2008 por los militares- también se registraron movilizaciones en favor de la democracia.
"El valiente pueblo de Birmania debe saber que no está solo mientras defienden su frágil y joven democracia. Insto al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a que convoque inmediatamente una Sesión Especial" para "abordar el desarrollo de la crisis", indicó hoy Tom Andrews, relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Birmania.
La operadora Telenor, con sede en Noruega, apuntó ayer que el boqueo a internet fue ordenado en un principio hasta el lunes.
Los militares, que ya gobernaron el país con puño de hierro desde 1962 hasta 2011, tomaron el poder el lunes al alegar un fraude masivo en las elecciones de noviembre, donde el partido de Suu Ky se impuso en el 83 % de los escaños en liza.
El lunes estaba prevista la reunión inaugural del Parlamento salido de los comicios, pero los militares ordenaron su suspensión y forzaron un decreto de emergencia para hacerse con el poder.
Para tratar de frenar el incipiente movimiento de desobediencia civil iniciado, la junta militar ya ordenó en los últimos días el bloqueo al acceso a las redes sociales Facebook, y algunas de sus plataformas como Instagram o Whatsapp, así como Twitter.
A pesar de la celebración de elecciones y el proceso iniciado en 2011 en Birmania hacia una "democracia disciplinada", como la denominan los uniformados, el Ejército mantenía todavía un amplio control sobre los aspectos políticos y económicos del país.