Un estudio reciente de la Universidad de Cincinnati ha analizado el impacto del tornado Blue Ash en la Reserva Natural Harris Benedict, supervisada por la institución académica en Ohio. Durante el evento, los vientos devastadores derribaron numerosos árboles y mutilaron las copas de otros en los 64 acres de bosque. Además, las comunidades circundantes sufrieron daños similares debido a los vientos violentos.
La investigación detallada, llevada a cabo durante las últimas dos décadas, reveló que el bosque mostró signos de regeneración tras el desastre natural. Sin embargo, se observó una proliferación de especies no nativas en el área afectada, lo que planteó preocupaciones sobre la biodiversidad y la ecología del ecosistema forestal. La profesora de biología vegetal, Theresa Culley, señaló que aunque se observó un retorno gradual de especies nativas, también se detectó la aparición de especies invasoras, como la madreselva de Amur.
Culley explicó que el aumento de especies invasoras puede conducir a la disminución de la biodiversidad y al establecimiento de monocultivos, lo que afecta negativamente a las plantas y animales que dependen de una variedad de hábitats. Sin embargo, destacó los esfuerzos de grupos locales y residentes para controlar el problema mediante la eliminación de especies invasoras tanto en el bosque como en sus propios patios, subrayando la importancia de la colaboración comunitaria en la preservación del medio ambiente local.
