Recientemente celebramos el Día de Acción de Gracias y ahora nos preparamos para la Navidad. La primera es una festividad originaria de los Estados Unidos que no es tradición en Latinoamérica. La segunda es una fiesta universal.
De la primera algo que siempre me ha llamado la atención –independientemente de sus raíces– es el hecho de que nuestro país adoptivo dedique todo un día, casi un fin de semana completo para agradecer por todo aquello que tenemos.
Si bien la Navidad tiene un origen muy diferente siento que se relaciona igualmente con el agradecimiento. Al acercarse el final del 2023 entramos en una época de reflexión, visualizando planes y propósitos para el 2024 y haciendo un balance del año que termina: ¿Qué recibimos durante el 2023? ¿Qué salió bien? ¿Qué debemos agradecer?
Ahora bien, ¿cómo se relaciona el agradecimiento con la salud?
Algunos estudios han demostrado que el tener una actitud y una mentalidad positiva ayuda a lograr buenos resultados en la salud. Pacientes con cáncer que han mantenido una actitud positiva, han respondido mejor y más rápido a tratamientos médicos tradicionales en comparación con aquellos que, además de su condición, sufren de depresión o simplemente han tenido una actitud negativa al momento del tratamiento de su enfermedad.
Otros estudios han asociado respuestas positivas a diferentes tratamientos con otras actitudes no médicas u orgánicas como el perdón. Aquellos pacientes que perdonaron a quienes tenían algún rencor o deuda pendiente, respondieron mejor a los tratamientos médicos.
En este contexto no es inusual que nuestros más modernos centros de atención médica además de contar con sofisticados equipos científicos y profesionales en salud con varios años de entrenamiento y estudio también cuenten con servicios pastorales y espirituales que ayudan al paciente a lograr una rápida y anticipada mejoría.
Otros estudios han evaluado los mismos efectos de la actitud positiva, el perdón y el agradecimiento en la prevención de condiciones como el estrés, las enfermedades cardiovasculares y síntomas como el dolor.
Basados en lo anterior, aprovechemos esta época para darnos un regalo a nosotros mismos y a quienes nos rodean. Asegurémonos de decirles a nuestros seres queridos cuánto los amamos, cuánto significa su presencia en nuestras vidas así sea en la distancia.
Si tenemos algún rencor o deuda pendiente con alguien, asegurémonos de perdonar. Demos este regalo a nuestros seres queridos, a otras personas y a nosotros mismos porque es un gesto que a largo plazo significará el regalo de la salud.
Finalmente, al hacer el balance del 2023 que termina preparemos una lista por escrito de todas las cosas por las que debemos agradecer: por un año más de vida, por nuestros seres queridos así no los tengamos a nuestro lado, por nuestros sentidos –el ver, el oír, el saborear, el sentir, el olfatear– porque podemos leer, caminar, por la libertad, por el trabajo y hasta por las cosas que hoy no tenemos pero que podremos lograr el año que viene.
¡Feliz Navidad y próspero año 2024!
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*Algunos estudios han demostrado que tener una actitud positiva favorece la salud. La temporada navideña también es un momento para agradecer, reflexionar y hasta perdonar. (FPK/Seniv Pietro)