Berlín, 17 dic (EFE).- El derechista Friedrich Merz es el ganador de la consulta realizada entre los militantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana para presidir el partido de la excanciller Angela Merkel.
Merz, rival histórico de Merkel, obtuvo más del 62 % de los votos entre las bases del partido y se impuso así a los otros dos aspirantes, los centristas Norbert Röttgen y el exministro de la Cancillería Helge Braun.
Era la primera vez en la historia de ese partido que se sometía a las bases la elección de la presidencia, que deberá ser ahora ratificada en el próximo congreso del partido, convocado para el 21 y 22 de enero en Hannover (centro).
Merz, de 66 años y nacido en el populoso "Land" (estado federado) de Renania del Norte-Westfalia, aspiraba por tercera vez a la presidencia, esta vez con un discurso algo más moderado y conciliador que hasta ahora.
Pese a ello, se le identifica como un rival histórico de Merkel que llegó al partido cuando la ahora excanciller no había siquiera entrado en política, sino que era aún una científica crecida en el este del país.
En 1989 era ya eurodiputado, en 1994 ingresó en el Bundestag (Parlamento) como representante de las corrientes derechistas de la CDU.
Tras la derrota electoral de Helmut Kohl, en 1998, y el escándalo de la financiación irregular del partido vio cómo ascendía a la presidencia Merkel, quien había ingresado en la formación en 1990.
Merz había dejado las estructuras del partido en 2002, al ser desplazado por Merkel como líder de la oposición, pero volvió a la vanguardia en 2018, al anunciar la entonces canciller su retirada y abrirse así el pulso por su sucesión.
La consulta realizada entre las bases era el tercer intento en tres años de encontrar un liderazgo fuerte para la CDU, el partido que Merkel dirigió durante 18 años.
Se abrió entonces la batalla entre el ala centrista y el ala derechista del partido. La primera batalla la ganó la secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, considerada entonces la sucesora ideal para Merkel, pero que tiró la toalla un año después fuertemente cuestionada en su liderazgo.
La siguiente ronda sucesoria la ganó otro centrista, Armin Laschet, quien se impuso como candidato común de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).
A su derrota en los comicios generales del pasado septiembre, con el mínimo histórico de un 24,1 % de los votos, siguió el anuncio de una renovación en bloque de la cúpula, ahora por la vía de la consulta a las bases.
