Bangkok, 1 abr (EFE).- La junta militar birmana ha anunciado un alto el fuego unilateral de un mes con los grupos étnicos armados, una declaración que llega después de que al menos 20 soldados murieran en un enfrentamiento con el Ejército Independiente Kachin, una de las guerrillas étnicas más potentes del país.
Según informó este jueves en Twitter Ko Bo Yi, secretario adjunto de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), el alto el fuego declarado en la tarde del miércoles solo afecta a los grupos armados, pero no a los manifestantes que protestan desde hace dos meses en las calles de todo el país.
"Todavía están matando y torturando a la población desarmada", denunció Bo Yi en referencia a la junta militar, que en su alto el fuego exceptúa las acciones que afecten a la seguridad del gobierno y a sus operaciones administrativas.
El alto el fuego se produjo el mismo día en que al menos veinte soldados del Ejército birmano murieron en un enfrentamiento con el Ejército de la Independencia Kachin (KIA), uno de los grupos étnicos armados más potentes del país, cuando se cumplen dos meses del golpe de Estado perpetrado por la junta militar.
Según informó este jueves el portal birmano DVB News, la guerrilla abrió fuego contra un convoy militar en la localidad de Mohnyin, del estado Kachin, en la tarde del miércoles y dañó cuatro vehículos del Ejército además de causar la muerte a 20 soldados.
El KIA atacó también una comisaría de Policía en la población de Shwegu, del mismo estado, en represalia por la participación en la matanza de civiles en las ciudades desde que se desató la represión contra la disidencia, según informó un portavoz del KIA al periódico Irrawaddy.
El otro foco de conflicto étnico de los últimos días son los territorios controlados por la guerrilla karen, donde desde el pasado sábado el Ejército ha perpetrado varios ataques aéreos que han causado la muerte de al menos tres civiles y provocado la huida a la vecina Tailandia de unas 2.500 personas.
A pesar de la represión, las protestas se reanudaron este jueves en las principales ciudades del país, donde los manifestantes han anunciado que quemarán ejemplares de la Constitución de 2008, declarada nula anoche por el llamado gobierno civil de Birmania, formado por cargos electos depuestos por la junta militar.
El Comité de Representantes de la Asamblea de la Unión (CRPH), autoproclamado como gobierno legítimo, realizó el anuncio en la noche del miércoles en un comunicado en el que, además de considerar nula la constitución que en 2008 permitió una transición democrática tutelada por los militares, propuso una "carta democrática federal" interina.
En 2008, la junta militar entonces en el poder aprobó una Constitución que le reservaba amplios poderes (el 25 por ciento de los asientos del Legislativo y el control de los ministerios de Interior, Defensa y Fronteras, entre otros) y que abrió la puerta hacia una "democracia disciplinada", como la bautizaron los militares.
El riesgo de una guerra civil total llevó este miércoles a la enviada especial de la ONU a Birmania, Christine Schraner Burgener, a advertir de "un baño de sangre inminente" del Ejército golpista y a pedir al Consejo de Seguridad que considere "acciones significativas que puedan revertir el curso de los acontecimientos" en este país asiático.
Los uniformados justifican el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de Aung San Suu Kyi, como ya hiciera en 2015; elecciones que fueron consideradas legítimas por los observadores internacionales.