Los consejeros delegados de los seis bancos más grandes de Estados Unidos fueron interrogados duramente este miércoles en el Senado por su papel en la recuperación económica tras la crisis desatada por la pandemia, especialmente por la reducción del crédito, y se les exigió que inviertan en la "economía real".
Por primera vez en más de dos años, los jefes de JPMorgan Bank of America, Citi, Wells Fargo, Goldman y Morgan Stanley testificaron conjuntamente, de modo virtual, ante el Comité Bancario del Senado estadounidense.
La comparecencia se produjo, además, después de que se conociesen los resultados del primer trimestre del año, en los que varios de los bancos representados registraron beneficios récord.
Las mayores críticas procedieron del lado demócrata, desde donde se les recriminó la política de recompra de acciones y el descenso marcado en los créditos durante la crisis.
DESCENSO EN LOS CRÉDITOS
En este sentido, el presidente del comité, el senador demócrata Sherrod Brown, lamentó que "décadas atrás, la mayoría del capital de Wall Street sirvió para financiar la economía real: salarios, maquinaria e investigación".
"Ya no. En lugar de invertir en empresas que han creado empleos reales en todo el país, las entidades han gastado miles de millones en la recompra de acciones y la entrega de bonos a sus consejeros delegados", indicó Brown.
Como ejemplo, apuntó que los préstamos de Bank of America descendieron un 14 % el pasado año mientras que esta entidad dedicó 25.000 millones de dólares a las recompras de acciones, con el objetivo de elevar el precio de sus activos en Bolsa.
A modo de réplica, el consejero delegado de la entidad, Brian Moynihan, destacó que las voluminosas ayudas federales, como el programa de asistencia a pequeñas y medianas empresas con préstamos no reembolsables si mantenían a sus trabajadores, fue una de las razones de la menor demanda de crédito.
Moynihan subrayó que el objetivo de su bancos "es ofrecer grandes retornos a los accionistas" a la vez que sirven "a las necesidades de la sociedad", en una práctica que calificó como "crecimiento responsable".
La también senadora demócrata Elizabeth Warren cargó contra los banqueros por considerar que están "más preocupados" por los beneficios que por "apoyar a ciudadanos en dificultades".
BANCOS COMO SOLUCIÓN, NO COMO PROBLEMA
Los banqueros defendieron su rol clave a la hora de canalizar gran parte del enorme estímulo fiscal aprobado por el Congreso, como las sucesivas rondas de transferencias directas de efectivo, la suspensión temporal de comisiones a sus clientes en los meses más complicados de la pandemia, así como las moratorias hipotecarias.
"Somos un banco muy diferente del que éramos durante la crisis financiera hace más de una década", dijo Jane Fraser, la nueva consejera delegada de Citigroup, al señalar que las entidades financieras en esta ocasión no fueron la causa de la tormenta económica como entonces, sino una las herramientas para su solución.
De manera similar se expreso Jamie Dimon, jefe de JPMorgan, quien remarcó que la "solidez" del sistema bancario permitió "el uso del tamaño y la escala" de los grandes bancos para "contribuir a la estabilidad" del país.
La economía de Estados Unidos está comenzando su recuperación económica tras la aguda contracción de 2020 provocada por la pandemia del covid-19, que obligó a paralizar casi por completo la actividad durante varios meses.
La Reserva Federal (Fed), que mantiene un extraordinario apoyo monetario a través de la compra de bonos y unos tipos de interés cercanos al 0%, prevé un crecimiento para 2021 del 6,5%, lo que supondría la mayor tasa de expansión del PIB de EEUU desde la década de 1980.
No obstante, el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, ha advertido que aún resta un largo camino para recuperar una actividad económica normal, especialmente en el mercado laboral, ya que aún hay 8 millones de puestos de trabajo menos que en febrero de 2020.
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