Kabul, 4 may (EFE).- Al menos 106 combatientes talibanes murieron y otros 37 resultaron heridos en las últimas 24 horas en contraataques de las fuerzas de seguridad afganas en la provincia meridional de Helmand, donde los insurgentes lanzaron el domingo varios ataques masivos coincidiendo con el inicio de la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán.
El contraataque de las fuerzas afganas, con apoyo aéreo, sigue en marcha a las afueras de la capital regional, Lashkargah, así como en los distritos de Nahr-e-Saraj, Nawa y Garamsir, para repeler a cientos de insurgentes, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
"Como resultado del contraataque, 106 combatientes talibanes, incluyendo ocho comandantes, han muerto y 37 han resultado heridos en las últimas 24 horas", según Defensa.
El Ministerio añadió que el comandante talibán Maulavi Kiramat se encuentra entre las bajas causadas por la acción de las fuerzas afganas.
Los combates en la provincia se intensificaron hoy tras la llegada anoche de cientos de militares afganos a Lashkargah, donde tratan de recuperar las zonas ganadas ayer por los insurgentes.
El jefe del Consejo Provincial, Attaullah Afghan, afirmó a Efe que la amenaza sobre la capital de Helmand continúa y las fuerzas de seguridad deben seguir con su contraataque.
Un portavoz de los talibanes, Qari Yusuf Ahmadi, afirmó en un comunicado que solo un combatiente ha muerto en dos días de combates mientras que los insurgentes han matado a 28 miembros de las fuerzas afganas y capturado 28 puestos de control en Helmand, algo no confirmado por el Gobierno de Kabul.
Un funcionario local, que pidió el anonimato, afirmó a Efe que más de mil familias residentes en los distritos colindantes se han visto desplazadas a Lashkargah por el conflicto en las últimas 24 horas.
"Estamos intentando proveer asistencia de emergencia en este mes sagrado de Ramadán", dijo.
Más de 75 combatientes talibanes han muerto en ataques contra las fuerzas de seguridad en otras seis provincias del país, según el Ministerio de Defensa, tras la oleada de ataques simultáneos que comenzó coincidiendo con el inicio de la retirada oficial el pasado 1 de mayo de las tropas estadounidenses y de la OTAN de Afganistán.
Durante esta fase final se espera que unos 2.500 militares estadounidenses y alrededor de 7.000 de la OTAN abandonen el país antes del próximo 11 de septiembre, cuando se cumplen dos décadas de los ataques terroristas en EEUU que desencadenaron la invasión de Afganistán.
Una fecha que no se corresponde con la que establecía el histórico acuerdo de Doha firmado entre Estados Unidos y los talibanes en febrero del año pasado, que marcaba el 1 de mayo como la fecha límite para la retirada de las tropas extranjeras, y que la nueva Administración estadounidense decidió retrasar.
Los talibanes calificaron esta demora como una "violación de los principios" del pacto, lo que "ha abierto el camino" para que tomen las medidas que consideren apropiadas contra las fuerzas extranjeras. EFE
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