Bagdad, 25 feb (EFE).- La capital iraquí se prepara para recibir al papa Francisco el próximo 5 de marzo y, en medio de fuertes medidas de seguridad y entusiasmo por la llegada del pontífice, unos murales de bienvenida tratan de embellecer algunos de los muros de hormigón que protegen todas las iglesias de Bagdad.
La catedral de Nuestra Señora de la Salvación, donde Francisco tiene previsto reunirse con los religiosos de Irak, lleva años fortificada para prevenir atentados, como el asalto con toma de rehenes que en el año 2010 dejó más de 50 muertos entre la comunidad siriaca-católica.
El joven artista Amyad Mohsen, autor de los murales, explica a Efe que esta catedral es uno de los lugares más importantes que visitará el papa en Bagdad.
"Se me ocurrió esta idea como un intento de dar la bienvenida a la visita del papa a Irak, que es bonita y honra a todo el pueblo iraquí", dice Mohsen.
El artista de 29 años agrega que los murales son también un "mensaje de amor y paz a los hermanos cristianos", una minoría que en Irak ha sufrido la persecución y la violencia por parte de extremistas suníes y chiíes desde hace años.
Mohsen relata que esta iniciativa lanzada por la ONG Huella de Esperanza, de la que él mismo forma parte, busca embellecer los bloques y muros de hormigón que rodean la iglesia, al igual que han hecho él y su organización con las calles de Bagdad desde 2015 pintando grafiti.
Por su parte, un habitante de Bagdad de nombre Ahmad Nabil se muestra entusiasmado al ver los murales: "¡Qué colores más bonitos y qué felicidad se siente al verlos!"
"Esta visita genera esperanza y esto es lo que pasó por mi cabeza cuando he mirado los detalles de estas pinturas. Estas pinturas que cubren los feos muros de hormigón son una metáfora de la visita del papa", afirma a Efe este profesor.
ESPERANZA PARA LA MERMADA COMUNIDAD CRISTIANA
En el barrio de Karrada, donde se encuentra el templo con sus murales, los vecinos se sienten también esperanzados por la visita.
"Esperamos que tenga éxito. Esperábamos que visitara Irak desde hace mucho tiempo. Este es un paso para el acercamiento de las religiones y también para que el papa conozca las condiciones de los cristianos en este país", manifiesta Hekmat Kazem Hassani.
Este residente del barrio otrora habitado por una gran comunidad de cristianos, que se vieron obligados a marcharse por la violencia sectaria en los años posteriores a la invasión estadounidense de Irak, en 2003, espera que la visita mejore la reputación del país árabe.
Precisamente, Nuestra Señora de la Salvación fue atacada en 2010 por hombres armados afiliados a la red terrorista Al Qaeda, que tomaron como rehenes a más de 100 fieles y religiosos en el interior de la catedra, y cuando las fuerzas especiales antiterroristas irrumpieron, se hicieron explotar y asesinaron a 52 personas, entre civiles y uniformados, además de herir a otras 67.
Debido a este tipo de ataques, la comunidad cristiana se ha reducido notablemente desde 2003 ya que muchos han abandonado el país: en la actualidad son un escaso medio millón frente a cerca de un millón y medio antes de la guerra, según cálculos de esta comunidad religiosa.