Bruselas, 23 ene (EFE).- Varías asociaciones, entre ellas Manifestación Mundial por la Libertad y Europeos Unidos por la Libertad, esperan movilizar este domingo a cientos de miles de personas en una marcha en Bruselas para impugnar las restricciones sanitarias adoptadas por la pandemia de coronavirus.
Para tratar de que la convocatoria tenga la máxima repercusión posible, los convocantes lanzaron llamamientos en redes sociales y organizaron viajes en autobús y en tren hasta la capital belga.
Los organizadores han convocado a los manifestantes a las 11.00 horas en la Estación del Norte para iniciar la marcha una hora más tarde hasta el Parque del Cincuentenario, en el barrio donde se concentran las instituciones europeas, donde está previsto que a las 14.30 horas comiencen los discursos.
Con esta manifestación, autorizada por el alcalde de la ciudad de Bruselas, el socialista Philippe Close, los organizadores dicen defender "la democracia, los derechos humanos y el respeto a la Constitución".
Europeos Unidos por la Libertad afirma en su página web que la propagación de covid-19, la saturación de los hospitales y las muertes de personas enfermas no justifican la derogación de las libertades fundamentales garantizadas por la democracia.
"La peor enfermedad que hemos importado de China no ha sido el virus, sino el totalitarismo", afirma el movimiento, que también critica "la falta de debate público previo a las decisiones que toman los gobiernos basándose en el asesoramiento científico".
El presidente de Europeos Unidos por la Libertad, Tom Meert, que mantiene que el grupo es apolítico, llamó a los participantes a manifestarse "en paz, sin violencia ni obstrucción".
No obstante, entre los convocantes destaca la presencia de grupos de extrema derecha o que están en esa órbita ideológica.
Esta es la segunda vez que el colectivo Europeos Unidos Por la Libertad convoca una protesta en Bruselas contra las medidas sanitarias contra la pandemia, tras la primera organizada el 28 de mayo de 2021 y que coincidió con la tercera edición de la denominada "Boom" (fiesta de adolescentes) en el parque bruselense de Bois de la Chambre, en aquella ocasión contra el certificado de vacunación.
Las tres convocatorias anónimas y multitudinarias en el citado parque en la primavera pasada fueron dispersadas por la policía.
Posteriormente surgió el movimiento Unidos por la Libertad, que logró congregar el 21 de noviembre pasado a 35.000 personas por las calles de Bruselas, con destrozos al final de la marcha de cristales, coches y mobiliario urbano. La policía tuvo que usar gases lacrimógenos para dispersar a los alborotadores.
Unidos por la Libertad volvió a convocar manifestaciones similares el 5 de diciembre y el 9 de enero pasados, que fueron secundadas por 8.000 y 5.000 personas, respectivamente, según datos de las autoridades, y en las que nuevamente se registraron incidentes.