Asunción, 5 abr (EFE).- El director de Vigilancia de la Salud de Paraguay, Guillermo Sequera, abogó este lunes por una gestión "tipo serrucho" de la pandemia de coronavirus, para reducir el número de contagios y al mismo tiempo aliviar el impacto sobre los sectores más afectados por las restricciones.
"Vamos a tomar medidas restrictivas fuertes, como el shock en Semana Santa, y vamos a disminuir las restricciones otras semanas, como vamos a tener esta", explicó Sequera en una exposición ante el presidente, Mario Abdo Benítez, en el Palacio de Gobierno.
Aunque Sequera defendió que desde la parte técnica del Ministerio de Salud abogan por una cuarentena total para frenar los contagios y aliviar el saturado sistema sanitario del país, reconoció que estas medidas impactan "en el funcionamiento de otros sectores de la República".
Por eso, la recomendación al Ejecutivo es tomar "medidas de choque", con un máximo de 14 días, para pasar después a un periodo menos restrictivo, sin que eso implique "un relajo total".
De esta forma, se descansa durante unos días de las restricciones estrictas, ya que "ninguna sociedad" puede mantener medidas muy duras de forma prolongada".
En este sentido, Sequera recordó que a lo largo de esta semana todavía "hay un montón de restricciones y protocolos que cumplir".
E insistió en que si ese ligero levantamiento de las medidas se traduce en un aumento de contagios no dudarán en "volver a exigir la cuarentena total".
A la espera de conocer el impacto de la cuarentena total de la Semana Santa, Sequera confió en que "va a mostrar un descenso" en los números de contagios.
Por su parte, Abdo Benítez señaló durante su intervención que Paraguay se encuentra en una "relativa meseta en la propagación del virus", aunque sin motivos todavía para el optimismo.
"No es un promedio bajo y tenemos que seguir bajando esa curva de contagios", agregó el mandatario.
Paraguay ha registrado desde marzo de 2020, cuando se registró el primer caso, 219.393 contagios, con 4.399 fallecidos y 181.949 recuperados, según los datos del Ministerio de Salud.
Con estas cifras, el sistema de salud del país, tanto público como privado, se encuentra saturado y con una ocupación total de camas, también en terapia intensiva.
