CINCINNATI, Ohio — Últimamente parece que las tendencias cibernéticas en los jóvenes han desacelerado. Quizás sea porque los niños y adolescentes pasan más tiempo en casa con sus padres, o tal vez porque todos prestan atención a lo que está sucediendo cada día en el mundo.
Sin embargo, a medida que se retoman las rutinas diarias, es esencial continuar monitoreando los hábitos “en línea” de los hijos para que no sean víctimas de depredadores, ciberacoso o estafas, situaciones que podrían ponerlos en posiciones peligrosas.
El sargento Eric Franz, del Departamento de Policía de Cincinnati, afirma que padres, maestros y administradores deben estar al tanto de las diferentes redes sociales y textos de los jóvenes, e informar inmediatamente sobre cualquier cosa que pueda causarles daño.
Según ConsumerNotice.org, la forma más efectiva de mantener a los niños seguros es hablarles sobre esos riesgos “en línea” y garantizarles que, sin duda, pueden acudir a los adultos de casa cuando algo salga mal.
Para empezar, los padres deben conocer cuáles son las aplicaciones y tendencias de redes sociales que existen y cómo evolucionan.
TikTok, por ejemplo, es una aplicación para compartir videos que puede ser tan divertida como peligrosa.
Padres y tutores deben ser conscientes de que puede ser adictivo; algunas personas presentan dificultades para dejar la aplicación, además tiende a disminuir la capacidad de atención, lo que es especialmente preocupante para niños pequeños cuyo cerebro aún está en desarrollo.
Urge que estén al tanto de preocupaciones recientes, como de privacidad, ya que TikTok, junto con otras plataformas, recopilan información de uso, datos de ubicación, modos de usuarios y más.
Con muchas preocupaciones que usted como padre tiene, es esencial establecer reglas para que sus hijos y adolescentes eviten estos escollos.
Entonces, es importante que tengan todo bien claro para:
-No proporcionar información personal como direcciones, edades y números de teléfono.
-No responder a mensajes de intimidación o hirientes, y asegurarse de reportar mensajes inapropiados.
-Establecer límites de tiempo cuando estén en línea.
Por último, resultará un poco más difícil monitorear a los adolescentes, ya que poseen más habilidades de comunicación “en línea”, pero eso no significa que sean menos propensos a caer en trampas.
Además de hablarles sobre conceptos básicos, como no facilitar información personal, nombres de usuario y contraseñas, es imperativo recordarles que “internet se acuerda de todo”.
Los adolescentes pueden estar pensando en el presente y no considerar su futuro.
Una foto, publicación o comentario que ahora puede parecer diversión inofensiva, tiene el potencial de convertirse en una futura sorpresa indeseada.
Es fundamental insistir en que hoy en día casi todo se puede rastrear y que la información proporcionada se puede vender.
Limitar la actividad “en línea” a los adolescentes parece una misión imposible. Sin embargo, asegurarles con confianza que padres, tutores o algún familiar ayudará en cualquier momento, será la mejor herramienta para mantenerlos a salvo.