Pasan las fiestas de diciembre, el Día de Reyes, los chicos regresan a clases y todos los días hay que salir a esperar el autobús.
Entre amenazas de nieve o drásticos cambios de temperatura, jamás se debe olvidar abrigar bien a los niños.
Es bueno poner en sus mochilas un par de guantes y un gorro adicional, en caso de que los pierdan.
Advertir, “lavarse las manos” –aunque suene como disco rayado – tiene que ser una frase de uso común 24/7.
El frasquito de “hands sanitizer” siempre tiene que acompañarles a donde vayan para evitar virus.
Otros problemas de salud, como el asma, el dolor de garganta y el herpes labial, son provocados o empeorados por el frío.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) aseguran que el resfriado común es una de las principales enfermedades por lo que los estudiantes faltan a la escuela durante el invierno.
“El dolor de garganta y el moqueo nasal suelen ser los primeros signos de un resfriado, seguido de tos y estornudos. La mayoría de las personas se recuperan en unos 7-10 días. Uno mismo puede ayudar a reducir el riesgo de contraer resfriado lavándose las manos con frecuencia, evitando el contacto cercano con personas enfermas y evitando tocarse la cara con las manos sin lavar”.
Es importante mantener limpia la casa y cualquier artículo del hogar, como tazas, vasos y toallas, especialmente si alguien se enferma.
Los dolores de garganta son comunes en invierno y casi siempre son causados por infecciones virales.
Existe evidencia de que los cambios de temperatura –como pasar de una habitación con calefacción central a una helada al aire libre– también pueden afectar la garganta.
Un remedio rápido y fácil es hacer gárgaras con agua tibia y sal.
No curará la infección, pero tiene propiedades antiinflamatorias y efecto calmante.
Muchos doctores recomiendan tomar té y otras bebidas calientes porque ayudan con la incomodidad al tragar.
En caso de diagnóstico de infección por estreptococos, los médicos advierten reemplazar el cepillo dental, una vez se ha curado el paciente.
De acuerdo a los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), las personas con asma deben tener especial cuidado en invierno. La mejor acción preventiva es quedarse en casa en días más fríos y ventosos.
Si sale, use una bufanda suelta sobre la nariz y la boca.
Esté muy atento a tomar sus medicamentos habituales y mantenga cerca los inhaladores de alivio.
El Norovirus –conocido como el virus del vómito– es común para la época.
Tal vez le ha pasado que su niño se enferma, lo lleva al médico, no le recetan medicamentos y regresa a casa solo con instrucciones de mantenerlo bien hidratado con líquidos o paletas congeladas porque tiene un “virus estomacal”.
Este “enemigo traicionero” se puede contagiar fácilmente en lugares públicos (hoteles, hospitales, hogares de ancianos y escuelas). Es desagradable y molestoso, pero generalmente termina en pocos días.
Sobre dolor en huesos y articulaciones por el frío, muchas personas con artritis dicen que hay más malestar y rigidez en invierno, pero no existe evidencia de que los cambios climáticos causen daños en estas partes del cuerpo.
En cuanto al herpes labial –si bien no existe una cura– reduce las posibilidades de contraerla si se cuida durante el invierno y usa un bálsamo labial con analgésico. Muchas personas recomiendan Carmex medicado (clásico).
El fenómeno de Raynaud es una condición común que cambia el color de los dedos (manos y pies), volviéndolos muy dolorosos en climas fríos.
Los dedos se ponen blancos, azules y rojos, además de palpitar y hormiguear.
Los pequeños vasos sanguíneos de las manos y los pies entran en espasmos, reduciendo temporalmente el flujo.
Para evitarlo siempre use guantes y medias (hasta doble, si es necesario) cuando se exponga al frío.
