Agosto es el Mes Nacional de la Concientización de la Vacunación y este año los esfuerzos se centran en lograr la inmunidad de rebaño contra el virus del COVID-19.
A pesar de que, en Ohio, así como en el resto del país, la vacunación anticovid es más accesible que nunca desde que la FDA y los CDC dieron luz verde para el uso de emergencia de dicha inyección, este es uno de los estados que no llega al 50% de inmunizados contra el coronavirus.
Eso significa que más de la mitad de la población estatal aún está en riesgo de contraer la enfermedad.
Las personas no vacunadas arriesgan su propia salud y son también un riesgo para el resto de la población si se infectan con el coronavirus, de acuerdo a los especialistas en enfermedades infecciosas.
Eso es porque la única fuente de nuevas variantes del coronavirus es el cuerpo de un individuo infectado.
“Las personas no vacunadas son posibles fábricas de variantes”, dijo a CNN el pasado mes de julio el Dr. William Schaffner, profesor de la División de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.
“Cuantas más personas no vacunadas haya, más oportunidades tendrá el virus de multiplicarse”, dijo Schaffner.
Un informe reciente de Salud América –una organización nacional centrada en investigar y solucionar los problemas que aquejan a la comunidad latina de EE.UU.– indica que algunos estados están reportando qué porcentaje de la población latina en dichos estados ha recibido al menos una dosis de la vacuna anticovid.
En Ohio, donde el 48.5% de la población general recibió al menos una dosis de la vacuna, tan solo un 38.2% de los latinos en ese estado lo hicieron.
Las razones pueden ser muy variadas del por qué los hispanos están tan por detrás en porcentaje de vacunación:
-
Falta de acceso u oportunidad debido a jornadas largas de trabajo.
-
Falta de días libres pagos para recuperarse de algún posible efecto secundario.
-
Falta de cuidado infantil.
-
Barreras tecnológicas y de idioma.
Pero la razón más preocupante para los expertos es la desinformación y desconfianza.
Los latinos pueden dudar de una vacuna anticovid debido a información errónea, experiencias con prejuicios implícitos y discriminación en el consultorio del médico.
Las redes sociales e internet siguen jugando un papel importante a la hora de transmitir información sin base científica.
“Ahora, los latinos están rezagados en las tasas de vacunación, impulsados en parte por la desinformación en español que nos apunta deliberadamente en Facebook, YouTube, WhatsApp y más. Las fuerzas de la conspiración que intentaron deprimir la participación de los votantes latinos con mentiras sobre las elecciones ahora parecen estar usando plataformas de internet para decirles a los latinos que la vacuna contiene un microchip, altera el ADN o causa mortinatos. La información errónea se propaga luego de boca en boca”, escribe Jean Guerrero para Los Ángeles Times.
Estas vacilaciones están muy intrincadas en nuestras comunidades y no son tan sencillas de resolver.
Los CDC en conjunto con departamentos de salud locales y estatales están trabajando arduamente con organizaciones comunitarias para lograr educar a la población latina sobre los riesgos del COVID y los beneficios de la vacunación.
Pero la campaña de concientización no se centra tan solo en COVID sino también en la vacunación contra la influenza.
Si bien la vacunación es la mejor manera de prevenir la influenza y sus complicaciones potencialmente graves, las tasas de inmunización contra este virus entre las personas pertenecientes a minorías raciales y étnicas son más bajas que las de vacunación entre las personas blancas no hispanas.
Según los CDC, en la temporada 2019-2020, tan solo 38% de los latinos se inmunizaron contra la influenza a pesar de ser uno de los grupos de minorías raciales con mayor tasa de hospitalización por este virus.
-------
Los datos presentados corresponden a la fecha de redacción de esta nota (julio, 2021).
